Al leer la “crónica” que ha realizado PIValde del Debate del
pasado día 10 de mayo, entre los aspirantes a la alcaldía de Valdemorillo, lo
primero que hemos observado es la asombrosa similitud con la línea editorial de
las portadas del periódico La Razón: ambas tienen mucho más de chascarrillo
humorístico que de acercamiento a la realidad. Recomendamos vívamente su
lectura.
CRÓNICA DE PIValde del debate celebrado el
10 de mayo de 2015 en el Ayuntamiento de Valdemorillo:
El texto en cuestión, mezcla de géneros entre lo fantástico
y lo taurino, parece que deja claro desde las primeras líneas cuál era la
visión de la Sra. Villanueva al debatir: “había que torear en las Ventas” (a
pesar de tener “mil excusas para seguir el ejemplo de los incompetentes
partidos ausentes). No queremos pensar que si les merece la pena tomarse tantas
molestias por bajar a la arena y torear (¿a los votantes?) es fundamentalmente
porque buscan otros cuatro años de ingresos personales jugosos.
Cuando el simpático blog indica que Carmen se llevó las dos
orejas y el rabo, suponemos que tiene en cuenta que esta señora ha tenido 4
años a dedicación exclusiva para preparar su magistral discurso y ha contado
con acceso a información privilegiada que no comparte con nadie más, así como
un sueldo bruto de más de 240.000€ que ha pagado el toro, ups! perdón, que ha
pagado el pueblo de Valdemorillo. En fin, que el cronista está en su derecho de
calificar de deslumbrantes e históricas las intervenciones de la Sra. Carmen.
De la misma forma, el periódico La Razón (da igual que se esté cayendo el mundo
o que no) tiene la costumbre de despertarnos cada mañana con un incisivo
titular en su portada del tipo “Esta primavera vuelve a llevarse la minifalda”.
La cuestión en realidad es si la Sra. Villanueva justifica
(si es que es de algún modo justificable) el elevadísimo coste de su
dedicación. Coste que a ella le parece justito justito porque hay que tener en
cuenta, dice, que en ese importe está todo incluido, suponemos que incluso el
bolígrafo y los folios. No sabemos qué piensa, porque no respondió a la alusión
del Candidato de Sí Se Puede, respecto a la limitación salarial para los cargos
de las Corporaciones Locales que impone la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de
Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, que establece para
un pueblo como Valdemorillo un tope salarial de unos 35.000€ anuales. Si los
61.600€ anuales que viene cobrando le parecen justitos, es una lástima que no
nos dijera en el debate qué le parece el tope impuesto por el Estado Español.
Por supuesto, ningún ciudadano de bien permitirá que a la Sra. Villanueva le
cueste dinero ir a trabajar. No me cabe duda de que llegado el momento se
pondrá en marcha la solidaridad ciudadana para compensar esta terrible
injusticia.
El autor de la “crónica” del debate debe plantearse si el
hecho de no asistir a los Plenos municipales conlleva “un gran desconocimiento
de las necesidades municipales” o si, por el contrario, lo que conlleva es no
asistir a los desmanes autoritarios de las dos virreinas del pueblo. No es que
justifiquemos la no asistencia a los Plenos, pero en este caso, tras 20 años de
rodillo y opacidad, no enviaríamos allí a nadie para aprender qué es la
política o cuáles son las necesidades reales de nuestro pueblo. Más bien lo
pondríamos como ejemplo claro y meridiano de la vieja política o del deterioro
de las instituciones.
Se reirá mucho usted de no ententer una palabra de ese
“rollo de implantación de programa informático”, pero no venga luego alardeando
de que conoce todas las necesidades de Valdemorillo. No le vamos a explicar lo
que es la gestión documental electrónica, porque veo que a su partido no le
interesa demasiado que esa herramienta duplica la productividad administrativa,
ahorra costes, cuida el medio ambiente y
posibilita unos niveles de transparencia que pondrían en jaque los
trapicheos de muchos despachos. Tampoco parece que tengan ustedes interés
alguno en saber qué es eso de unas primarias abiertas a todo el pueblo y lo que
significan para la democacia, pero resulta de dudoso gusto que lo pongan en
mayúsculas para hacer ostentación de su ignorancia.
Y terminamos este tocho con otro ejemplo de lo que es la
vieja política. La Sra. Villanueva utilizó al Tribunal de Cuentas y a la Cámara
de Cuentas para una cosa y para la contraria. Al principio del debate, estas
entidades le sirvieron para avalar la buena gestión económica de la actual
corporación. Al final del debate, Doña Carmen recordó su época de oposición y
confesó las dificultades que ponían estos organismos y el poco caso que hacían
cuando ella, qué tiempos aquellos, denunciaba con pruebas fehacientes todas las
irregularidades en la gestión de la Sra. López Partida.
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